Marcos estaba casado con una mujer y vino a mi piso a las ocho de la mañana en aquel verano de 1993, y no pude evitar dejarle caer alguna expresión de “La filosofía en el tocador”, de Sade.
Marcos estaba casado con una mujer y vino a mi piso a las ocho de la mañana en aquel verano de 1993, y no pude evitar dejarle caer alguna expresión de “La filosofía en el tocador”, de Sade.