“La verdad es que da un poco de vergüenza responderte, pero voy a seguir.
Dices: “”La que no respeta a su madre, difícilmente se respetará a sí misma” (“Las relaciones peligrosas”, Choderlos de Laclos). Tomen nota las y los homosexuales que contraponen los valores heterosexuales familiares a sus propias peripecias activistas”.
Vamos a ver, esos activistas homosexuales a quienes tú desprecias pueden ser tus amigos. Y te aseguro que tu familia como homosexual te desprecia, quizá no como persona, pero como homosexual te aseguro que te desprecia. ¿Y sabes por qué? Porque la Iglesia católica considera la homosexualidad como un pecado grave, y la sociedad burguesa que en materia de valores y principios sólo sabe obedecer a la Iglesia, y además le resulta gratificante por razones oscuras, desprecia y trata de humillar y de aplastar a los homosexuales. La derecha en general y especialmente la Iglesia quiere ver a los homosexuales castrados, física o psíquicamente. Así que vete aprendiendo no vaya a ser que un día encuentres la horma de tu zapato”.