Mediante una línea telefónica conocí a un hombre que me dejó un mensaje que decía si es que yo no quería estar con él. Cuando estuve con él, se quejó un poco de que era un polvo tonto. Al final, al tocarle la mano, me di cuenta de que era un viejo. Es que yo iba sin lentillas todo el rato (me operé los ojos en 2003 y estas cosas que voy contando son todavía de 1993).